En un giro inesperado del mercado, las ventas de vehículos eléctricos (VE) en Estados Unidos alcanzaron un récord histórico en agosto, con 146.000 unidades vendidas. Este fenómeno, que llevó la participación de los autos eléctricos al 9.9% del total del mercado, fue impulsado por la inminente finalización de un crédito fiscal clave de 7.500 dólares para vehículos fabricados en el país, que concluye el 30 de septiembre. La decisión de la administración Trump de eliminar este incentivo generó una carrera de los consumidores para aprovechar el beneficio antes de que desaparezca, beneficiando a gigantes como Ford, General Motors y Hyundai, que reportaron ventas en auge.
La paradoja de Tesla: cae su participación en pleno boom
Sin embargo, en medio de esta bonanza, el líder histórico del mercado, Tesla, no solo no se benefició, sino que experimentó una notable caída. Las ventas de la automotriz liderada por Elon Musk en Estados Unidos disminuyeron un 6.7% en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior. Más preocupante aún es que su cuota en el mercado de vehículos eléctricos se desplomó al 38%, su nivel más bajo en ocho años. Es la primera vez desde octubre de 2017, cuando comenzó la producción masiva del Model 3, que la participación de Tesla cae por debajo del umbral del 40%.
La competencia avanza con incentivos agresivos
Este retroceso de la empresa de Elon Musk se explica, en gran parte, por el avance de sus competidores, que están ganando terreno rápidamente. Según datos de la consultora Cox Automotive, los consumidores se inclinan cada vez más por otras marcas. En julio, automotrices como Hyundai, Honda, Kia y Toyota vieron sus ventas de vehículos eléctricos aumentar entre un 60% y un 120%, gracias a una serie de incentivos más atractivos que los de Tesla. Volkswagen, por su parte, tuvo un crecimiento espectacular de más del 450% en el mismo mes, con precios de leasing muy competitivos y ofertas como carga rápida gratuita.
Falta de novedades y un nuevo enfoque estratégico
Los analistas señalan la falta de nuevos modelos en la cartera de Tesla como uno de los factores clave de esta tendencia. La compañía no ha lanzado un vehículo nuevo desde el Cybertruck en 2023, y la actualización del popular Model Y no fue suficiente para impulsar el crecimiento de las ventas. Stephanie Valdez Streaty, directora de análisis de la industria en Cox Automotive, atribuye parte del problema al creciente enfoque de Tesla en productos no automotrices, como el desarrollo de robotaxis y los robots Optimus, mientras retrasa o cancela planes para autos eléctricos más económicos. “Sé que se están posicionando como una empresa de robótica e inteligencia artificial. Pero cuando sos una compañía de autos y no tenés productos nuevos, tu participación empieza a caer”, afirmó Streaty.
El descontento público y un polémico paquete de compensación para Musk
Además de la competencia y la falta de innovación en su línea de vehículos, Tesla ha enfrentado reacciones negativas por las controvertidas intervenciones públicas de su CEO, Elon Musk, y sus autos se han convertido en objetivo de vandalismo y protestas. Todo esto presenta un panorama sombrío para la dirección de la empresa, justo cuando la junta directiva propuso un paquete de compensación para Musk valuado en 1 billón de dólares, condicionado al cumplimiento de ambiciosos objetivos de valoración y producción. Para recibirlo, la valuación de Tesla debería aumentar a 8.6 billones de dólares, casi ocho veces su valor actual, un hito que parece cada vez más lejano ante la realidad actual del mercado.