Los mercados globales en vilo: el petróleo frena su caída, la bolsa alemana roza un récord y Wall Street ignora la falta de datos oficiales

En una jornada financiera de alta tensión, los principales indicadores mundiales mostraron un comportamiento mixto, influenciado por la expectativa ante la próxima reunión de la OPEP+, el optimismo en las bolsas y la inusual ausencia de datos clave sobre el empleo en Estados Unidos.

El petróleo se estabiliza a la espera de la OPEP+

Tras varios días de caídas consecutivas, los precios del petróleo lograron frenar su derrumbe este viernes. El barril de crudo Brent del Mar del Norte, para entrega en diciembre, se cotizaba en 64,34 dólares, lo que representa un leve aumento de 23 centavos respecto al cierre anterior. Por su parte, el barril estadounidense WTI, con entrega en noviembre, subió 21 centavos hasta alcanzar los 60,69 dólares.

Estas tímidas alzas llegan después de una semana muy negativa para el crudo. El Brent acumuló un retroceso de más de cuatro dólares por barril desde el lunes, encaminándose a su peor balance semanal desde junio. La incertidumbre en el mercado responde a la especulación de los inversores sobre un posible nuevo aumento de la producción por parte de la OPEP+ (la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados). Todas las miradas están puestas en la reunión que el cartel celebrará este fin de semana, aunque desde la OPEP advirtieron que aún no se ha tomado ninguna decisión. La presión aumenta mientras la Agencia Internacional de Energía (AIE) proyecta un excedente de oferta relativamente alto para el próximo año.

La bolsa alemana, a un paso de un nuevo máximo histórico

El optimismo tuvo su epicentro en Europa, donde el índice DAX de la bolsa alemana estuvo a punto de batir su propio récord en el feriado por el Día de la Unidad Alemana. Durante la mañana del viernes, el principal indicador de Frankfurt alcanzó un máximo de 24.521 puntos. De haber cerrado en ese nivel, le habría faltado apenas un 0,1% para superar la marca histórica de 24.549 puntos registrada en julio de este año.

El impulso del DAX fue, en gran parte, un reflejo del excelente momento que viven los mercados de Estados Unidos, donde los índices Dow Jones y Nasdaq establecieron nuevos récords por segundo día consecutivo el miércoles y jueves. Sin embargo, el índice alemán no pudo sostener el ritmo y, hacia el mediodía, retrocedió hasta borrar las ganancias de la jornada.

El oro se recupera y la confianza reina en Wall Street

En el mercado de los metales preciosos, el oro logró recuperarse de su peor caída diaria desde agosto, sufrida el jueves. Este viernes, los inversores pagaban 3.860 dólares por una onza (31,1 gramos), en comparación con los 3.820 del día anterior. A principios de esta semana, el metal dorado había tocado un valor récord de casi 3.890 dólares.

Mientras tanto, en Estados Unidos, los mercados bursátiles mantienen un clima de notable euforia, a pesar de la falta de datos económicos cruciales. El informe oficial de empleo de septiembre, una guía fundamental para medir la salud de la economía norteamericana, no fue publicado este viernes debido al cierre parcial del gobierno (shutdown), que mantiene paralizadas las actividades del Ministerio de Trabajo en Washington.

Lejos de generar nerviosismo, los inversores continúan optimistas, impulsados por la baja de las tasas de interés que la Reserva Federal aplicó en septiembre. Ahora, el mercado descuenta que habrá nuevos recortes, lo que vuelve a las acciones una opción mucho más atractiva frente a los bonos y aleja, por ahora, los temores de una recesión.

Las expectativas sobre el empleo, en suspenso

Aunque los datos oficiales no fueron publicados, las expectativas del mercado eran altas. Una encuesta de la agencia Reuters entre economistas anticipaba la creación de 50.000 nuevos puestos de trabajo para septiembre, una cifra muy superior a los 22.000 registrados en agosto y al promedio mensual de 29.000 desde junio. Las autoridades aseguraron que estas cifras serán publicadas más adelante. Mientras tanto, los inversores confían en que la tasa de desempleo se mantendrá en niveles bajos, alrededor del 4,3%.