El gigante japonés SoftBank confirmó este martes que ha vendido la totalidad de su participación en el fabricante de chips estadounidense Nvidia, una operación que le reportó US$ 5.830 millones. La venta de 32,1 millones de acciones, completada en octubre, se enmarca en la agresiva estrategia del conglomerado para capitalizar su apuesta “total” por OpenAI, la compañía creadora de ChatGPT.
Paralelamente, la firma también reveló que se desprendió de parte de su participación en T-Mobile por un valor de US$ 9.170 millones. Yoshimitsu Goto, director financiero de SoftBank, explicó durante una presentación a inversores que el objetivo es “ofrecer muchas oportunidades de inversión” sin dejar de mantener la solidez financiera. Estas ventas, aclaró, forman parte de una estrategia de “monetización de activos” para asegurar la financiación “de manera muy segura”.
La estrategia de fondo: financiar la apuesta por OpenAI
Aunque la salida de Nvidia pueda sorprender a algunos, esta no es la primera vez que SoftBank cobra sus ganancias con la estrella americana de chips de IA. El Vision Fund ya había vendido una participación importante en 2019. Por esto, los analistas no interpretan esta última movida como una señal negativa sobre Nvidia.
Rolf Bulk, de New Street Research, le dijo a CNBC que la decisión debe entenderse en el contexto de las enormes necesidades de capital de SoftBank. El holding necesita al menos US$ 30.500 millones para inversiones en el último trimestre, de los cuales US$ 22.500 millones se destinarían a OpenAI y US$ 6.500 millones a Ampere. Dan Baker, de Morningstar, coincidió: “No es un cambio fundamental de estrategia… Al final del día, están usando la plata para invertir en otras compañías relacionadas con la IA”. De hecho, los intereses de SoftBank siguen profundamente entrelazados con Nvidia, participando en proyectos clave como Stargate, que depende vitalmente de su tecnología.
El Vision Fund y el auge de OpenAI
La apuesta por la inteligencia artificial ya está dando frutos tangibles. El fondo Vision Fund de SoftBank reportó una ganancia extraordinaria de US$ 19.000 millones, un resultado que ayudó a duplicar las ganancias totales de la compañía en su segundo trimestre fiscal. Goto atribuyó este éxito directamente a la inversión inicial en OpenAI realizada en septiembre del año pasado. La última valoración de OpenAI, que alcanza los US$ 500.000 millones, la posiciona como una de las más grandes del mundo.
Masayoshi Son, el fundador y CEO de SoftBank, ya había declarado en junio que estaba “con todo” en OpenAI, con la ambición de convertirse en el mayor proveedor de “superinteligencia artificial” (ASI) en los próximos 10 años. Esta apuesta se materializó en abril, cuando SoftBank lideró una ronda de financiación de hasta US$ 40.000 millones (con una valoración de US$ 300.000 millones), y se consolidó en octubre, al adquirir acciones de empleados por US$ 6.600 millones a la nueva y estratosférica valoración de US$ 500.000 millones.
Riesgos y temores de una burbuja de IA
A pesar del optimismo, esta inversión febril genera un notable nerviosismo en los mercados, donde crecen los temores de una “burbuja de IA”. Las acciones de SoftBank han mostrado una volatilidad extrema. El propio Goto reconoció que el precio de la acción “ha estado subiendo y bajando dinámicamente”. Existe una preocupación palpable de que SoftBank esté repitiendo errores del pasado, sobreextendiéndose en empresas con valoraciones exorbitantes y financiadas con deuda. Mientras tanto, según fuentes de Reuters, las pérdidas en OpenAI siguen aumentando.
Atul Goyal, analista de Jefferies, señaló que la cotización de SoftBank, que durante años estuvo atada a la de Alibaba, ahora parece seguir exclusivamente su exposición a OpenAI. Los inversores minoristas ven a SoftBank como una jugada de alto riesgo, mientras que los institucionales, si bien reconocen el impulso, “siguen siendo cautelosos”.
Nvidia, mientras tanto, continúa en alza
Irónicamente, mientras SoftBank vendía sus acciones, Nvidia (NVDA) no para de crecer. Sus acciones registraron una suba de casi el 6% el lunes. Este impulso provino de Citi, que elevó su precio objetivo de US$ 210 a US$ 220 y abrió una perspectiva positiva a 30 días, anticipando que el fabricante de chips superará las expectativas en su próximo reporte de resultados el 19 de noviembre.
Atif Malik, de Citi, proyecta ventas más fuertes en el tercer trimestre (US$ 56.800 millones) y una guía para el cuarto trimestre que rondaría los US$ 62.000 millones. UBS se mostró incluso más optimista, sugiriendo un rango de US$ 63.000 a US$ 64.000 millones, todo gracias a la robusta demanda de infraestructura para IA. Los analistas citan los grandes envíos de las nuevas GPU Blackwell como un motor clave de este crecimiento.
No obstante, los riesgos de valuación y las tensiones geopolíticas podrían mantener elevada la volatilidad. Los inversores estarán muy atentos a las ventas, los márgenes brutos y cualquier actualización sobre la exposición de la compañía en China para ver si Nvidia puede sostener este impulso.