El mercado cripto acusa el golpe: desplome de Bitcoin, liquidaciones masivas y el impacto en Coinbase

El inicio de la semana trajo un panorama sombrío para el ecosistema de las criptomonedas, con una corrección severa que arrastró consigo a los principales actores del sector. Las acciones de Coinbase sufrieron una baja cercana al 5%, un movimiento que replica casi en espejo el comportamiento de Bitcoin, que registró su peor jornada desde marzo con una caída del 6%. El efecto dominó no perdonó a nadie: Ethereum se hundió un 8,4% y Solana perforó el piso de los 125 dólares con un retroceso superior al 9%, evidenciando que la presión vendedora es generalizada y no discrimina entre proyectos.

Un cóctel explosivo de apalancamiento y pánico minorista

No hay una única razón que explique este derrape, sino más bien una confluencia de factores que detonaron una venta masiva. El lunes, los exchanges registraron liquidaciones por un valor de 400 millones de dólares, lo que aceleró la caída de precios. El problema de fondo, y que preocupa especialmente a los inversores de Coinbase, es el nivel desorbitado de apalancamiento en el mercado de futuros. Según datos de FedWatch Advisors, el interés abierto en futuros perpetuos ronda los 787.000 millones de dólares, una cifra descomunal si se la compara con los 135.000 millones que mueven los ETF de criptomonedas.

Este escenario crea un verdadero polvorín. Algunos exchanges ofrecen un apalancamiento de hasta 200 veces, y gran parte de estas operaciones están en manos de inversores minoristas, quienes suelen reaccionar de manera más emocional que los institucionales. Cuando los precios bajan y saltan los márgenes de garantía, el pánico se apodera de la plaza y se genera un círculo vicioso de ventas forzadas. Esto fue exactamente lo que ocurrió el lunes, y los accionistas de Coinbase terminaron pagando los platos rotos debido a la correlación directa de la empresa con la salud del mercado cripto.

Factores macroeconómicos y temores desde Asia

La incertidumbre no es solo técnica, sino también macroeconómica. Durante el fin de semana, el Banco Central de China emitió nuevas advertencias sobre actividades ilegales con divisas digitales, lo que puso en alerta a los inversores asiáticos. A esto se suma un factor clave que llega desde Japón: el rendimiento de los bonos del gobierno a 10 años alcanzó su nivel más alto desde 2008. Esto genera temores sobre la estabilidad del “carry trade” del yen, donde se toma prestado en una moneda de baja tasa para invertir en activos de riesgo. Si esta bicicleta financiera se frena, la liquidez para activos como Bitcoin se seca.

Además, la confianza se vio minada por declaraciones de referentes del sector como Arthur Hayes, cofundador de BitMEX, quien alertó sobre la solvencia de Tether. Según su análisis, una caída del 30% en los activos de reserva de la stablecoin podría dejarla sin capital, volviendo inútil al USDT.

Inseguridad y hackeos: un dolor de cabeza recurrente

Como si el contexto financiero no fuera suficiente, la seguridad volvió a estar en el centro de la escena. Un informe de la firma de seguridad PeckShield reveló que solo el mes pasado se produjeron 15 hackeos que resultaron en pérdidas por más de 194 millones de dólares, multiplicando por diez las cifras del mes anterior. Entre los afectados figuran plataformas de finanzas descentralizadas como Balancer y Yearn Finance, e incluso el exchange Upbit sufrió vulneraciones millonarias. Estas noticias no hacen más que ahuyentar a los capitales más conservadores en un momento de fragilidad.

Coinbase resiste desde los fundamentales

A pesar de la caída en la cotización de sus acciones, la realidad operativa de Coinbase muestra otra cara. La empresa presentó un tercer trimestre sólido, con ingresos totales de 1.900 millones de dólares y un EBITDA ajustado de 810 millones. Su estrategia de convertirse en un “exchange de todos los activos” avanza firme, habiendo ampliado su oferta de 300 a más de 40.000 activos negociables.

Un punto a destacar es la reciente adquisición de Deribit, la plataforma líder en opciones cripto, que le permite a Coinbase posicionarse fuerte para captar flujo institucional. Además, la tenencia promedio de 15.000 millones de dólares en USDC por parte de sus clientes durante el trimestre sugiere que las stablecoins se están consolidando como una fuente de ingresos estable, más allá de la volatilidad del trading. Sin embargo, mientras Bitcoin siga testeando soportes, la acción de la compañía seguirá bajo presión.

Las “manos fuertes” aprovechan las ofertas

En medio de la tormenta, algunos gigantes están yendo a contramano del mercado. La firma de minería Bitmain aprovechó la baja para comprar unos 270 millones de dólares en Ethereum, elevando sus tenencias al 3% del suministro total de la moneda. Por su parte, la empresa de software Strategy (anteriormente conocida como MicroStrategy) continuó con su agresiva política de acumulación, adquiriendo 11,7 millones de dólares en Bitcoin en las últimas dos semanas. Mientras bancos como JP Morgan vendían acciones de Strategy, la empresa redobló la apuesta, demostrando confianza a largo plazo.

De cara a lo que viene, la atención está puesta en si Bitcoin logra sostenerse por encima de la zona de los 85.000 dólares. Los analistas coinciden en que la llave de la recuperación la tiene la Reserva Federal: las decisiones sobre las tasas de interés y la liquidez global serán determinantes para definir si esto es solo un tropiezo temporal o el inicio de un invierno más crudo.